Llegué a los santures gracias a Ronald Lloyd, mi amigo y colaborador musical durante 20 años.
Santures de origen persa, construidos bajo proporciones aritméticas con similares posibilidades de afinaciones que los diseñados en la antigua Babilonia, de donde surgio la orquesta de Nebuchadnezza, rey de Caldea mencionado en el Antiguo Testamento.
Utilicé santures en algunos de mis discos, sobre todo en ‘Partenón’, junto a Ronald (que también era concertista de oboe y corno inglés), y también en ‘Arkángel’, ‘3’ y en un tema de ‘Subur’.
Tocar el santur es viajar en el tiempo a ‘Las Mil y una Noches’ de Bagdad, como si transitáramos alguna calle estrecha de aquellas, rodeados de casas blancas en medio de una luna llena de hace 3000 años.
La sensación que se percibe interpretando un santur es muy diferente a la de tocar guitarra, piano u otros instrumentos clásicos o contemporáneos.
Un santur es, sin duda, algo espiritual y casi iniciático, y me siento honrado de haber tenido la oportunidad de aprender algo de todo esto y poder tocar santures en conciertos y grabaciones. ¡Gracias Ronald!En este video hay pasajes de Ronald (1929-2008) y míos tocando santures construidos por mi amigo y excelente músico e investigador: