La vida es un vuelo.
Tiene un instante de aceleración y despegue, una etapa bastante larga con piloto automático y algunas turbulencias, y luego se va bajando poco a poco y despresurizando todo, y, cada vez más, atisbando uno la pista de aterrizaje en la que nuestro vuelo “finalmente finalizará” (valga la redun…).
A mí me encanta volar y casi todo lo que vuela; desde una gaviota hasta toda clase de naves que se hayan podido diseñar e inventar.
Soy un piloto frustrado pero la música me permitió volar, ya fuese viajando por muchos lugares del mundo como volando mental y espiritualmente mientras surgía alguna melodía.
Un día me propuse crear un álbum dedicado a la magia de volar, y así fue naciendo Flying.
¡Y quién iba a decirme a mí que una de las piezas de este disco (Fly High) iba a ser utilizada por la NASA para una de sus lanzaderas, muchos años más tarde!
Tampoco imaginé que iba a dar conferencias sobre musicoterapia para pilotos de Iberia o hablar sobre la ‘música de las esferas’ a los astronautas en Houston, o a dar un concierto en Roswell, y a trabajar y producir videos con algunos de los más importantes investigadores mundiales del fenómeno OVNI.
Sí, la vida es un vuelo y nunca debemos permitir que nada ni nadie pretenda cortarnos las alas.Aquí va el link para escuchar
Flying, recién subido a YouTube. ¡Feliz Vuelo! Y desajústense los cinturones. Merci.
https://www.youtube.com/watch?v=I_JJlfHf0o8
